6.5.11

Capitulo 19. Personalidad.

¿Qué coño importará lo que nadie opine sobre ti, tus pintas, tu forma de actuar?
No te conocen, y se atreven a juzgarte, sin saber que ellos son los primeros que deberían ser juzgados.

No eres tu ropa.
No eres tu peinado.
No eres lo que bebes, lo que comes, lo que fumas.
No eres la música que escuchas.
No eres en quien crees, ni a quien amas.
No eres de donde has nacido.
No eres de donde morirás.
No eres por lo que luchas.
No eres quien tus cicatrices dictan.
No eres lo que vale tu cartera.
No eres a quien te follas.
No eres lo que escribes.
No eres lo que lees.
No eres lo que hablas.
No eres lo que haces.
No eres lo que tienes.
No eres lo que sabes.
No eres lo que ignoras.
No eres la talla de tu pantalón.
No eres la forma que tiene tu gorra.
No eres un puto maniquí.

Tu alma no es del color de tus ojos.

24.4.11

Capítulo 18. Evolución.



Ya no queda honor.
El ser humano se dedica a matar a distancia.
¿La tecnología nos ha vuelto cobardes, o los cobardes han creado la tecnología?
Quién sabe.

De todas formas ya no se puede recuperar lo perdido, y el orgullo del hombre desapareció hace muchos años.
Solo los más grandes han sido recordados por su valor, y para llegar a lo que fueron debieron renunciar a todo.

¿Merecería la pena renunciar a la infancia para llegar a ser dioses?
Pero los auténticos dioses no tienen niñez, nacen como tales.

24.4.10

Capítulo 17. Sich nicht zu fühlen.

Hay gente que no piensa como vive.

Otros viven conforme a como piensan.

Yo pienso que amar es vivir.

No vivir es no sentir.

No sentir es morir,

y hay quien se mata por morir.

27.3.10

Capítulo 16. Claridad.

En un determinado momento piensas que estás solo. Que aquellos a los que considerabas amigos ya no están, bien porque se han ido por un determinado motivo, bien porque les has echado sin más.
Estás practicamente solo, y lo único que te queda es tu conciencia para gritarte "¡¿qué estás haciendo?!" o "¡¿por qué no miras atrás y arreglas todo?!", pero como siempre, te limitas a ponerte los cascos y escuchar algo de música, sin ningún tipo de mensaje, tan solo para aislarte de la solución, tan difícil debida al orgullo.
Realmente todo empieza por perdonarte a ti mismo todos tus errores. ¿Fácil? Inténtalo. Cuando te quedes sin sangre en las venas lo comprobarás.
Y si por algún tipo de suerte divina es posible lograr eso, luego queda la parte realmente complicada, y es que los demás te perdonen.
Es realmente dificil, porque para perdonar a alguien has de comrpenderle y ponerte en su lugar, pero por orgullo nunca revelarás todo lo que pasa por tu cabeza, todo lo que esa voz te decía antes de quedarse afónica mientras la ignorabas.
Has de borrar ciertas partes del pasado para poder pasar a través del pozo que hay en tu camino, porque al final, lo único que realmente importa es tener en quién confiar cuando te rompes una pierna al tropezar con las mismas piedras de siempre.
El tiempo se evapora, y apenas hay oportunidades para enmendar los errores. Has de recordar el por qué estás hoy aquí y que al igual que las cosas han cambiado, también han cambiado las manos a las que agarrarte cuando tu alma se siente derrotada.
La misma fuerza de siempre, muchísimo más rapido. Y tu pecho ya no puede con esa presión.

20.3.10

Capítulo 15. Vientre.

No seas uno más, y camina erguido si pretendes que el gentío no te pisotee.
No cargues con el Sol sobre tus hombros. Es inútil, te carbonizarás antes de poder siquiera acercarte a su magnífico brillo. Haz que tus actos irradien corazón.
Para bien o mal haz caso a tu razón. Pero se consciente de que hay veces que habrás de guiarte por tus vísceras.
Tu pulmón también tiene poder para elegir. Cada calada te arrebata vida, y lo pagas.
No finjas que haces los deberes para pasar la tarde y tener contentos a tus padres.
La vida te devolverá lo que des, te exigirá lo que debes. Corrige cada fallo.
Sigue lo que sueñas, sé un idealista. Camina sin miedo. Que tu alma sienta que jamás estará en venta.
El mayor reto es mantener una perspectiva positiva de la vida. Somos lo que somos, nada más.
Porque en un reloj de arena, el tiempo es relativo...