11.3.10

Capítulo 13. Asfalto.

Si la muerte es solo el fin de la vida...
¿No merece la pena vivir cada instante, sin pensar en que el tiempo se acaba?
Nos estresamos porque nos sentimos asfixiados. Sentimos que nos ahogamos en las aguas de un lienzo pintado a témpera.
Dibujamos un futuro en la acera, con la sangre que sale de nuestra nariz debido a la presión impuesta por una sociedad esclava que la raza humana ha creado, con la esperanza que conseguir la plena libertad individual.
El fallo es que la libertad solo la pueden disfrutar unos pocos por
derecho.
El resto nos la hemos de ganar a pulso, sudor y sangre.

Pretenden que contribuyamos al sistema, pero ¿que coño quieren que demos con una cuenta a cero?

Desde pequeños soñamos con ser los mejores. Tenemos el listón más alto que ninguno, y no toleramos que nadie nos pise para conseguir lo que queremos.

Con el tiempo, empiezas a ver que tus metas son algo más complejas de lo que pensabas, y las vuelves algo más humildes.

Llegas a la madurez mental y comprendes que, aún humildes, aún están lejos de poder ser alcanzadas, y pones tu objetivo a una altura tal que toda la puta sociedad sea capaz de pisarte.


Lo más cojonudo es que quién más te pisotea es aquel capullo imbecil, inculto y patético, que no tiene ni puta idea de nada, que jamás ha tenido que mover un puto dedo para conseguir todo lo que posee.

Critican sin criterio.

Malditos...


Si supiesen lo que es tener que coger carrerilla para saltar un charco, les explotaría el cerebro.

Pero la gente normal tenemos que coger impulso para pasar de un escalón a otro en la vida, y si no llevas la fuerza suficiente, caes y mueres. No hay segundas oportunidades en el salto, y no siempre puedes grimpear.

Por eso has de disfrutar de cada salto que das.

Por eso has de correrte de placer cuando tus pies tocan de nuevo el suelo.

Porque significa que sigues vivo, y aún tienes la oportunidad de tener la ligera posibilidad de estar cerca de poder meterles el puño por el culo a esa panda de cínicos e hipócritas que hacen que cada noche no pueda dormir a gusto hasta que me acuerdo, amablemente, de todos sus putos muertos.

Por su propio peso todo cae.

Que le cuenten a otro el cuento, que yo ya pierdo oido de hacerme tanto el sordo.


Ya conoces el poder,

ahora úsalo.

1 comentario:

  1. Sangre,asfalto,sudor,lágrimas y sueños rotos, elementos, que se funden en una espiral de desesperacióm; que acaban fusionándose en un espejo, un espejo que refleja el alma de la fría y cruel realidad, una realidad, que no es sino la sombra de una sociedad austera y de principios férreos, a la par que frágiles.


    Buen capitulo, buen blog.

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