22.2.10

Capítulo 7. Akai Mizu.

Mirando al cielo, un cuerpo descansa inmovil al borde de un acantilado.
Agotado, tan solo respirando por pura rutina.

Su corazón posee un debil latido, apagado por las penas y el dolor que sobre él pesan.

Su espada reposa en una roca cercana, alumbrada debilmente por una pequeña hoguera, y un pequeño aroma a carne, haciéndose lentamente al fuego, inunda poco a poco el ambiente.


Sus ojos son capaces de ver mundos infinitos más allá de las estrellas, mientras que en su cabeza resuena una melodía que su hermano le cantaba de niño, cada noche, antes de dormir.

Una hermosa y triste canción que perdura en su memoria como el recuerdo más nítido e imborrable que un hombre pueda tener.

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...

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Poco a poco va perdiendo la consciencia.
Sus pensamientos se apagan, y su respiración se acorta, haciéndose casi imperceptible.

Hacía tiempo que no era capaz de dormir plácidamente, sin preocupaciones.

Su corazón esta hoy tranquilo, sin preocupaciones de ningún tipo.

De alguna forma sabe que se ha cerrado a todo, para protegerse de la forma más segura.

Es imposible evitar los golpes de los sentimientos, pero sí es posible guardárselos para uno mismo, y esconderlos en el más oscuro fondo del alma.

Pero ningún saco es infinito, y sabe que tarde o temprano acabará estallando.

Pero ese es... *bostezo*
...un problema del que...

...no puede preocuparse...
*cabezada*

...ahora...




Un latido más a la eternidad
y uno menos para soñar

aprendiendo a perder

en cada paso que das.


Nadie le preguntó si quería nacer

y pasar por este infierno

aferrado está

a un soplo de vida.


Como una perla en su collar

encadenada a las demás

como una lágrima se va

recorriendo mi cara, mi cara.


Dicen que sus sueños son frágiles como el cristal

Y que su mañana es hoy.

Siempre se pregunta porque la vida la eligió

como su juguete de usar y tirar


Si la muerte se olvidara de él

si pudiera espirar

si la vida le acogiera en sus brazos.


Si la musica pudiera llegar

al lugar donde se irá

si esta melodía sirviera de algo.


Como una perla en su collar

encadenada a las demás

como una lágrima se va

recorriendo mi cara, mi cara.


Dicen que sus sueños son fragiles como el cristal

Y que su mañana es hoy

Siempre se pregunta porque la vida le eligió

como su juguete de usar y tirar.


Avalanch - Aprendiendo a perder

2 comentarios:

  1. ¿Qué hecho atormenta al niño? Se ha encerrado en el armario y ha escondido la llave...

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  2. Sus propios sentimientos son los responsables de que sienta que se debe aislar para sobrevivir.
    Al fin y al cabo, es tan solo un niño...

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