27.2.10

Capítulo 10. Fear.


Todo está oscuro, en un extraño tono sepia.
Las imágenes se agolpan en su retina, y no sería capaz de definir exactamente lo que le rodea.
Se siente pesado, su cuerpo no es igual. Sin embargo una sensación de plena libertad le embriaga.
Una lenta respiración le acompaña, y una voz le susurra a sus espaldas. Mira, pero no hay nadie.
No tarda en comprender que esa voz es su propio instinto, reclamando lo que le pertenece. Una noche de locura y desenfreno. Su cuerpo exige alimentarse. Lo necesita.
Comienza a andar, y sin darse cuenta avanza a una velocidad exagerada. El viento se estrella contra su cuerpo, practicamente desnudo, y sus pies al contacto con el suelo, se llenan de barro, dejando unas enormes huellas a su paso.
No sabe hacia dodne avanza, simplemente lo hace, siguiendo su olfato.
Una pequeña cabaña en mitad del bosque, alumbrada desde el interior por una pequeña chimenea, es su involuntario objetivo.
En menos de 5 segundos recorre el enorme claro del bosque que le separa de esa cabaña y de sus ocupantes, detroza la pared y arremete brutalmente contra todo lo que desafortunadamente se encuentra en su camino.

Gritos. Acallados en unos pocos segundos.
Carne. Arrancada de los inertes cuerpos.
Sangre. Inundando el suelo, e impregnando el ambiente con el olor más dulce que jamás ha captado.
Sudor. Brotando de cada pequeño poro de su cuerpo, envuelto en las sábanas de la posada.


¿No había sido nada más que un sueño?
Pero había sido todo tan real...
Se levanta. Va hacia el espejo del pequeño escritorio de su habitación, y se mira.
La misma tez pálida de siempre, algo colorada por el sofoco, pero irremediablemente humana.
Solo una pesadilla. Tan solo eso. No le da más importancia.
Recoge sus cosas dispuesto a reemprender su marcha.
No había sido tan buena idea dormir en aquella posada, después de todo...
Amanece un buen día. El cielo está despejado, y el sol se despereza en el horizonte, con un color rojo sangre. La luna aún no se ha escondido del todo, y se vislumbra su forma a lo lejos.
Una sensación repetida le come por dentro...

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